Bodas en el exterior

Según los últimos datos las bodas civiles ya han superado a las religiosas, y la tendencia es que sigan haciéndolo en los próximos años.

Uno de los atractivos de las bodas en verano es poder celebrarlas en exteriores. Una boda en el exterior nos proporciona un amplio abanico de posibilidades a la hora de realizar una decoración. Los elementos no florales nos ayudan mucho, por ello es interesante comprar materiales para poder alquilarlos. Otra ventaja que también nos proporcionan este tipo de eventos en la posibilidad de subcontratar servicios, y con ello poder ofrecer a nuestros clientes un servicio más integral.

También es interesante llegar a acuerdos con fincas o restaurantes para las decoraciones. Eso nos garantiza un volumen constante de trabajo, favorece un mejor entendimiento y una relación más fluida en el desarrollo de nuestro trabajo y también redunda en facilidades para los novios.

En la organización de las bodas a veces intervienen “Weddings planners” u organizadoras de bodas, que pueden ser de dos tipos: Profesionales que realizan su trabajo de planificación del evento, contando con profesionales para cada uno de los servicios y, por tanto, con floristas para los trabajos florales y aquellas personas que sin adecuada formación floral ofrecen realizar composiciones florales con unos resultados de escasa técnica floral. Las colaboraciones con Weddings planners pueden resultar muy positivas como una entrada más de clientes, siempre que podamos desarrollar nuestro trabajo de forma correcta, ya que en caso contrario es nuestra imagen como empresa la que puede quedar en entredicho.

Para llevar a cabo una buena decoración de exteriores debemos de seguir los siguientes consejos.

Si la finca o restaurante es grande y tiene una vegetación abundante, no debemos de competir con ella. Debe de ser nuestra aliada. En este caso las velas, las luces, moquetas o las telas pueden ser grandes aliados.

Nuestra decoración debe de integrarse en el lugar y complementar el entorno. En muchos casos no podremos competir con la naturaleza.

Si el lugar es pequeño o discreto, y hay elementos decorativos, que no producen un buen efecto con la decoración que vamos a decorar es conveniente asesorar a los clientes para que se retiren esos elementos con el fin de que la decoración floral que vamos a realizar produzca un efecto óptimo en su ubicación.

Los floristas como expertos en decoración de bodas, debemos asesorar a nuestros clientes para orientarles en su decisión. Hoy día con las redes sociales, los clientes tienen mucha información, pero no siempre es información dada por expertos, por ello nuestra labor de asesoramiento al cliente es esencial para que dentro de sus gustos escoja la mejor opción, además tenemos que procurar apoyar nuestras sugerencias son fotografías, que podamos tener incluso de decoraciones que hemos realizado en eventos anteriores y que incluso pueden provenir de los fotógrafos de bodas anteriores ya que debemos asegurarnos que sean de buena calidad.

En AEFI somos una gran familia de floristas y es interesante compartir experiencias y pedir consejos a los compañeros.

Los trabajos florales para bodas son apasionantes pero conllevan mucho trabajo, que comienza con el asesoramiento previo y termina con la retirada de las decoraciones, en su caso. Es importante realizar un presupuesto acertado que incluya todos los costes, además de los materiales florales y no florales, hay que hacer un buen cálculo de costes de mano de obra, desplazamientos, etc. y todos aquellos factores que la experiencia nos va ayudando para tener en cuenta.

Poner en práctica las tendencias de bodas sin anteponerlas al gusto personal de los clientes.

Desde el punto de vista estético, este año predominan las decoraciones que evocan la naturaleza a través de los materiales y los colores utilizados en las creaciones artesanales de estilo rústico y campestre.

La sostenibilidad es el hilo conductor de los proyectos de decoración, por lo que se emplean elementos naturales y ecológicos como madera, vidrio y ratán.

En cuanto a la paleta cromática, destaca el color verde y los tonos cálidos y suaves como nude, beige y rosa empolvado, que favorecen un clima de armonía. Se complementan con tonalidades más llamativas y brillantes como rosas, morados, rojos, amarillos y naranjas, e incluso con colores metalizados y dorados.

Se crean espacios de celebración al aire libre, en bosques y jardines, y versátiles para que los invitados puedan disfrutar en diferentes ambientes, donde juegan un importante papel la iluminación y las flores de temporada silvestres, también secas o preservadas. 

En definitiva, una decoración del evento que parece informal, pero que, en realidad, cada detalle está cuidado por los profesionales.

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