Día del libro y de la rosa
Cada primavera, el 23 de abril, se celebra el día del libro con el objetivo de fomentar la cultura y difundir y compartir la pasión por la lectura.
La tradición es que en esta fecha dedicada a las letras se publiquen novedades literarias y se organicen actos de firmas de ejemplares con los autores, pero su coincidencia con San Jorge y la popularidad de su leyenda hace que este día se regalen, además de libros, rosas rojas, un gesto convertido en símbolo de afecto y fraternidad en muchos rincones del mundo.
En especial, en Comunidades Autónomas, como la aragonesa y, por supuesto, Cataluña, donde la diada de Sant Jordi tiene una gran relevancia por ser a la vez el día de los enamorados y del libro.
En toda Cataluña se prevé que se venderán unos 4,2 millones de rosas por San Jordi según Mercabarna-flor y se espera un incremento importante de las ventas online de rosas.
Como en los últimos años, la variedad Freedom, de origen colombiano y ecuatoriano, será la protagonista absoluta, acaparando el 80% de las ventas de rosa roja. La segunda variedad más vendida será la Red Naomi, procedente de Holanda, que se prevé que suponga un 15% del total de rosas rojas. El resto de variedades se repartirán el restante 5%.
Continuará la tendencia a regalar rosas de las que podríamos llamar ‘de jardín’, con un capullo más grande, pétalos aterciopelados y colores con un aire vintage, y también la de obsequiar con rosales miniatura. Las rosas liofilizadas, de más larga duración, también coparán una pequeña parte del mercado.
Asimismo, se podrán adquirir rosas blancas, para agradecer el trabajo del personal sanitario durante esta pandemia, de las variedades Mundial (Ecuador) y Dolomiti (Holanda).
Además de las composiciones tradicionales, este San Jordi podremos observar dos tendencias en la decoración de las rosas, una que tendrá un aire más naturalista, en la que dominarán los colores tierra y crema y los materiales como cortezas, maderas, juncos, ropa de saco o rafia; y otra más colorista, con envoltorios de papeles de colores y materiales secos, que quiere dar un poco de alegría a la actual situación creada por la crisis sanitaria. Los envoltorios de plástico se reducirán mucho y serán sustituidos por materiales naturales, reciclables y sostenibles.