Flores y plantas de Navidad

La poinsettia, cuyo nombre científico es Euphorbia pulcherrima y popularmente se la conoce como la Flor de Pascua, es la estrella de la Navidad.

Aunque proviene de América Central, en la actualidad, crece de forma silvestre también en otras regiones como África, Asia, Madeira y las Islas Canarias.

Esta planta se caracteriza por su versatilidad. Se presenta en una amplia gama cromática y en diferentes tamaños, desde formatos mini hasta árboles, es decir, plantas con un tallo alto y leñoso y hojas y flores solo en la parte superior del mismo.

Sus hojas de colores, que a menudo se confunden con flores, son brácteas en color blanco, crema, rosa, amarillo, salmón o albaricoque, entre otros, que nacen en forma de estrella alrededor de las flores reales, que son pequeñas y amarillas.

También, existen variedades de poinsettia bicolor, moteada o abigarrada, es decir, con manchas blancas, que la confieren una apariencia muy singular.

La poinsettia clásica en color rojo y maceta de 13 y 15 centímetros es el producto que mejor se comercializa en las floristerías al representar un símbolo de la época navideña.

Aunque su consumo es estacional, se puede maximizar la durabilidad de la Flor de Pascua con los cuidados adecuados. A pesar de su fortaleza, la poinsettia es sensible a las temperaturas bajas y fluctuantes, por lo que necesita un lugar luminoso y cálido, alejado de corrientes de aire y fuentes de calor como la calefacción, y riego regular con agua no demasiado fría, ya que es importante que el cepellón siempre esté ligeramente húmedo.

Los diseños florales llevan la decoración navideña al siguiente nivel gracias al poder de las flores de transformar cualquier espacio.

La Estrella de la Navidad inspira a los profesionales para la creación de composiciones navideñas como centros de mesa o coronas para puertas y ventanas.

Foto: Stras for Europe

Sin embargo, lo cierto es que hay una gran variedad de flores y plantas de Navidad más allá de la poinsettia, como las flores de temporada.

El Narcissus papyraceus se cultiva durante el invierno en interiores y de los bulbos brotan altos tallos verdes cubiertos de racimos de pequeñas y fragantes flores blancas.

Con su floración invernal, los pétalos blancos, rosados y rojos, y las hojas plateadas del ciclamen (Cyclamen Persicum) colorean las Fiestas.

Helleborus Níger es comúnmente conocida como la rosa de Navidad. Tiene flores grandes, redondas y de color blanco blancas brillante sobre follaje de color verde intenso en tallos cortos.

A Schlumbergera se la conoce popularmente como cactus de Navidad debido a la coincidencia de la época navideña con su llamativa floración. Sus delicadas flores de pétalos acampanados son, generalmente, de color rosa, pero también se encuentran otras variedades en tonos rojos, fucsias, naranjas y blancos.

Otra de las flores navideñas es Amarilis (Hippeastrum), una planta de interior de invierno que aporta un toque de color con sus flores aterciopeladas en forma de trompeta en rojo, rosa y blanco.

Foto: Funnyhowflowerdothat.co.uk 

El anthurium es una de las plantas de interior más populares gracias a su fácil mantenimiento y la personalidad que sus colores vivos confieren a cualquier espacio. Al igual que sucede con la poinsettia, se suelen confundir sus brillantes brácteas con inflorescencias.

Por último, el acebo (Ilex Opaca) y el muérdago (Phoradendron Leucarpum) tienen un gran valor ornamental gracias a sus frutos rojos y bayas blancas, y necesitan muy poco mantenimiento para permanecer verdes incluso con las temperaturas más frías.

Para asegurar la calidad y durabilidad de la planta, se recomienda su compra en comercios especializados de floristería, donde se garantiza unas condiciones óptimas de conservación.

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